Este conjunto abarca a 17 individuos y 58 organizaciones legales.
El Consejo de la Unión Europea ratificó este martes el decimocuarto conjunto de sanciones contra la Federación de Rusia, reforzando su estrategia de presión económica hacia Moscú. La directora de la diplomacia europea, Kaja Kallas, comunicó que las nuevas acciones se dirigen a unas 200 embarcaciones petroleras que supuestamente están relacionadas con una “flota secreta” rusa.
Según Kallas, la iniciativa también incorpora medidas para enfrentar “amenazas híbridas” y presuntas violaciones de los derechos humanos, aunque no ofreció más detalles sobre su alcance.
Al mismo tiempo, el Gobierno del Reino Unido dio a conocer la expansión de su propia lista de sanciones, sincronizándose con las acciones de Bruselas. De acuerdo con un comunicado oficial, se añadieron 20 personas y 62 entidades a la lista unificada del Reino Unido, las cuales enfrentan congelación de activos y restricciones.
Dentro de los sancionados se encuentran 46 entidades financieras, incluyendo la Bolsa de San Petersburgo y la Agencia de Seguro de Depósitos de Rusia, que han sido acusadas sin pruebas concluyentes de favorecer al Kremlin o de participar en actividades comerciales «colaboracionistas».
En el ámbito de la defensa, Londres también impuso sanciones a 13 empresas, incluyendo tres de origen chino como Electronic Scientific Engineering LTD, lo que amplía el alcance extraterritorial de las medidas y agrava aún más las tensiones con Beijing.
Asimismo, 15 individuos fueron señalados por difundir «desinformación prorrusa», y se aplicaron sanciones a entidades del sector energético, como Metafraz Chemicals, uno de los principales productores rusos de carbinol y formaldehído.
El Reino Unido también bloqueó 18 barcos, que pueden haberse utilizado para evitar sanciones a través del transporte secreto de petróleo y derivados, un argumento similar a lo que Bruselas usó para justificar el embargo de 200 barcos en el nuevo paquete.
Las autoridades británicas confirmaron que el objetivo de estas acciones es sincronizarse con las medidas de la Unión Europea, donde está coordinado por la guerra económica contra la escalada de Moscú.
Según la base de datos independiente de Castellum.AI desde el comienzo de la operación militar rusa en Ucrania, el 24 de febrero de 2022, se ha introducido más de 21,700 sector individual e industrial contra Rusia, que ya forma un régimen de sanción más amplio para la historia contemporánea.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha repetido que esta política de inclusión está vinculada a la estrategia occidental a largo plazo para debilitar a Rusia como poder global, advirtiendo que las sanciones están asociadas con un impacto severo en la economía global que causa inflación, crisis energética y escasez de varias regiones planetas.
Los analistas están de acuerdo en que esta estrategia no ha alcanzado sus objetivos originales, tan lejos del aislamiento de Moscú, ha acelerado la reorientación a Asia y el Sur global, reforzó la Alianza Alternativa y ha dado el camino a la arquitectura económica multipolar.
Por otro lado, la economía europea utiliza costos, el cierre industrial y una reducción de la competitividad global como un efecto de seguridad de políticas, que castiga cada vez más a quienes lo usan tanto como sancionado.
FUENTE: telesurtv.net