El posible regreso de bases militares extranjeras en Ecuador será tema de discusión en la Asamblea Nacional este martes 3 de junio de 2025, a las 09:00. En esa sesión, el Pleno del Legislativo analizará la reforma parcial a la Constitución que propuso el presidente Daniel Noboa.
La convocatoria, hecha por Niels Olsen, presidente del Parlamento, tiene como propósito llevar a cabo el segundo debate de este proyecto, que viene desde la legislatura anterior. Tras las intervenciones, se procederá a la votación, la cual requiere una mayoría absoluta de 77 votos para su aprobación o rechazo.
La bancada oficialista de ADN ha manifestado su apoyo al proyecto, que busca permitir la instalación de bases militares extranjeras como parte del respaldo al Bloque de Seguridad para combatir el narcotráfico y el crimen organizado, especialmente aquellas organizaciones que operan a nivel transnacional.
La legisladora Inés Alarcón (ADN) destacó que esta reforma impulsa la cooperación internacional en materia de seguridad. “La prioridad es la seguridad. Sin seguridad no hay economía ni desarrollo, por eso debemos alinearnos con las necesidades de los ecuatorianos y brindar al Estado las herramientas para enfrentar al crimen organizado”, afirmó.
Alarcón hizo un llamado a sus colegas para dejar de lado diferencias políticas y trabajar juntos en este proyecto, priorizando la seguridad de la población.
Entre 1999 y 2009, Ecuador contó con una base militar estadounidense en Manta. Este acuerdo concluyó tras la aprobación de la Constitución de Montecristi en 2008, cuyo artículo 5 prohíbe la cesión de territorio nacional para bases o fuerzas militares extranjeras.
El proyecto que será debatido en el Pleno fue previamente analizado por una Comisión Ocasional, que lo aprobó el 29 de abril de 2025 con cuatro votos a favor, respaldados por la bancada de ADN, y dos en contra, de la legisladora correísta Gissela Garzón y de César Ugsha, de Unidad Popular.
La propuesta presentada por la oficialista Nataly Morillo contempla acuerdos de cooperación internacional que incluirían apoyo en tecnología, logística e inteligencia militar. Respecto a las bases extranjeras, se plantea que se ubiquen en zonas estratégicas como fronteras y puertos, con la finalidad de combatir y disuadir al crimen organizado.
FUENTE: ELTELEGRAFO