«Desde una organización indígena, se informa que la comunidad Emberá de Arimae ha sufrido violencia, resultando en la muerte de un joven por disparos de perdigones. »
Las fuerzas del orden de Panamá disuadieron una protesta que miembros de la comarca emberá, situada al este de la provincia de Panamá, llevaban a cabo la noche de este sábado. De acuerdo con sus denuncias, la represión resultó en la muerte de un joven, según lo comunicado por una entidad indígena.
El Congreso General de Gunayala, parte de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (Coonapip), publicó un aviso en el que condenó los eventos recientes relacionados con las protestas de los pueblos indígenas, quienes se han sumado a las manifestaciones a nivel nacional en oposición a la ley 462, una legislación que menoscaba los derechos tanto de los trabajadores como del pueblo panameño.
Desde el 23 de abril, varios sindicatos, incluidos los maestros del sector público y los profesionales de la salud, iniciaron una huelga indefinida para exigir la eliminación de esta norma, que consideran perjudicial para los empleados y sus familias, que privatiza los servicios de la Caja del Seguro Social (CSS) y destina sus recursos a los bancos, mientras propone pensiones muy bajas.
El Congreso General de Gunayala declaró en su comunicado que la opresión «ha llegado hoy a un punto que desmorona por completo el sistema democrático de Panamá y violenta los derechos humanos. Las fuerzas de seguridad, bajo instrucciones de la alta dirección del gobierno, han actuado con el propósito de asesinar, algo que solo se observa en un régimen dictatorial y sin ningún tipo de remordimiento».
“En este día, el pueblo Emberá de Arimae ha sido nuevamente víctima de represión, resultando en la muerte de un joven que recibió disparos de perdigones por parte de los agentes de control de multitudes y del Senafront (Servicio Nacional de Fronteras)”, afirmó.
Señaló que este incidente se suma a otros casos “donde integrantes del pueblo Ngäbe Bugle han sufrido, incluidos niños y niñas que han sido heridos debido a las actuaciones de los antimotines y de los miembros del Servicio Nacional de Fronteras”.
Indicó que la opresión no es solamente física, sino que, “al igual que en gobiernos autoritarios, utilizan el sistema judicial para reprimir las legítimas protestas que son parte de los derechos de los pueblos para manifestar su desacuerdo con las políticas impopulares de los gobiernos. Encierran a líderes indígenas como un medio para amedrentar, sin embargo, los pueblos nacen libres, algo que debería ser conocido por el supuesto civilista del palacio de las Garzas”.
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La organización se dirigió a la Defensoría del Pueblo, a entidades nacionales de derechos humanos, a la iglesia y a otras instituciones internacionales dedicadas a los derechos humanos “que deben cumplir su función ante las acciones del gobierno”.
“En este momento, han aumentado la cacería de los líderes indígenas, intentan penalizar las manifestaciones para avalar sus abusos. Esta situación mantiene a 5 líderes Emberás enfrentando procesos legales en flagrante quebranto del sistema judicial y resulta en la muerte de un niño emberá”, expresó.
FUENTE: TELESURTV.NET