Al principio, parecía una gran mancha plateada en la arena. Un pez remo, increíblemente largo y poco común, había llegado a la escarpada costa oeste de Tasmania.
El pez remo, uno de los peces más largos del océano, es una criatura asombrosa que alcanza los ocho metros de longitud. Apodado el «rey de los arenques» o, con más crueldad, el «pez del fin del mundo», algunas leyendas e historias lo consideran presagio de desastres.
Sybil Robertson hizo el descubrimiento inusual mientras caminaba por Ocean Beach, cerca de Strahan, el lunes.
“Cuando voy, soy la única persona en la playa”, dijo. “Es una locura. No hay nada entre aquí y Argentina”. El lunes, caminó en una dirección diferente a la habitual y vio a un grupo de águilas marinas inspeccionando el pez, que calculó medía unos tres metros de largo, en la arena.
«Mido un metro setenta y cinco y tengo una zancada razonable, [fueron] unos buenos tres pasos y un poco más», dijo.
«Fue increíble», comentó, aunque no sabía exactamente qué era. «Sabía que era algo raro y extraño». Sin embargo, su hallazgo fue rápidamente identificado como un pez remo cuando compartió una foto en la página de redes sociales de Científicos Ciudadanos de Tasmania.
El profesor asociado Neville Barrett, ecólogo marino de la Universidad de Tasmania, calificó como «excepcionalmente inusual» el avistamiento de un pez remo en la costa oeste de Tasmania, destacando la rareza de que una especie epipelágica, que habita en mar abierto a profundidades medias de entre 150 y 500 metros, llegue a la orilla. Barrett explicó que este pez, conocido científicamente como Regalecus glesne, es una especie «epipelágica», lo que significa que vive en mar abierto a profundidades medias de entre 150 y 500 metros, desde donde rara vez se le ve o se le captura.
«Simplemente no estamos ahí», dijo Barrett. «No estamos mirando, ni buceando, ni siquiera pescando en esa parte del océano».
El pez remo es un pez de un tamaño fenomenal, dijo, que puede pesar más de 400 kg. Lo describió como un pez perezoso con muy poca musculatura que tiende a flotar, a menudo verticalmente en el agua, alimentándose de diversos tipos de plancton.
No cazan activamente ni persiguen a sus presas; más bien, se alimentan pasivamente de lo que encuentran a su paso. Por eso, no requieren ser fuertes ni tener grandes habilidades para nadar, explicó.
Son muy pocas las personas que han observado un pez remo en su hábitat natural. Una de ellas es la bióloga marina Jorja Gilmore.
En 2022, mientras lideraba una excursión de snorkel con un pequeño grupo en la Gran Barrera de Coral, cerca de Port Douglas, divisaron una figura inusual bajo el agua.
Se trataba de un ejemplar joven, delgado y alargado como una regla, con filamentos que le daban el aspecto de un enorme señuelo, comentó Gilmore.
“Era algo completamente fuera de lo común”, relató, “como una criatura salida de las profundidades del océano”.
Se considera que este avistamiento, extremadamente poco frecuente, podría ser el primero documentado de esta especie en la costa este de Australia. “Hasta el día de hoy, sigue siendo lo más impresionante que he visto en el agua”, afirmó Gilmore.
Robertson expresó su suerte al encontrar al pez en tan buenas condiciones. Horas después, relató, la cabeza había desaparecido y el cuerpo había sido dañado por cuervos y águilas.
Es increíble lo que uno puede hallar si presta atención a su entorno. Simplemente, es algo maravilloso.
FUENTE: THEGUARDIAN