Además de la investigación penal, la Armada del Ecuador inició un proceso sancionatorio contra el uniformado.

Un integrante de la Armada del Ecuador fue arrestado el lunes 7 de julio al intentar introducir, de forma ilegal, al menos 12 chips de celular y unas 15 cajetillas de cigarrillos en la Cárcel Regional de Guayaquil. Así lo dio a conocer el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), entidad encargada de la administración de los centros penitenciarios en el país.

El militar fue detenido durante los controles de acceso al recinto carcelario, luego de que se descubriera que intentaba ingresar objetos prohibidos. Según el SNAI, ya se ha iniciado una investigación sobre el caso.

La Armada del Ecuador, a través de un comunicado oficial, informó que ha iniciado un proceso disciplinario contra el uniformado involucrado, al cual se le retiró de su puesto de trabajo de manera inmediata. Asimismo, indicó que se ha abierto una investigación interna para esclarecer los hechos, sin descartar posibles acciones legales adicionales.

La institución también aseguró que colaborará plenamente con las autoridades competentes en el desarrollo de las investigaciones y en el cumplimiento de los procedimientos legales correspondientes. Además, recalcó que cualquier miembro que incurra en conductas contrarias a los principios y valores institucionales será sometido a los procesos administrativos y disciplinarios establecidos en la normativa militar vigente.

Hace algunas semanas, 19 militares fueron judicializados por su supuesta implicación en la fuga de Rolando Federico Gómez Quinde, alias Fede, líder de la organización criminal Los Águilas. El narcotraficante logró escapar de la Penitenciaría del Litoral el centro carcelario más grande y conflictivo del Ecuador aparentemente con el apoyo de personal de las fuerzas de seguridad, lo que ha encendido las alarmas sobre la infiltración del crimen organizado en instituciones del Estado.

Las cárceles se han convertido en uno de los epicentros de la crisis de violencia que azota a Ecuador, situando al país con la tasa de homicidios más alta de Latinoamérica. Esta alarmante situación llevó al presidente Daniel Noboa a ordenar, a inicios de 2024, la militarización del sistema penitenciario como parte de su estrategia de combate frontal contra las bandas del crimen organizado, a las que declaró grupos terroristas.

Hasta ese momento, las organizaciones criminales ejercían un fuerte control sobre los principales centros carcelarios del país. Desde 2021, más de 500 reclusos han sido asesinados dentro de las prisiones, muchos de ellos durante brutales masacres producto de enfrentamientos entre distintas bandas que disputan el poder en estos recintos.

FUENTE: ecuavisa