Las personas de entre 40 y 69 años son el grupo con la mayor proporción de suicidios a nivel global, constituyendo el 38% de los incidentes, de acuerdo con la OPS.
Cada año, aproximadamente 720 000 individuos se quitan la vida en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud. Esto se considera un asunto de salud pública que ocasiona la muerte de mil personas anualmente en Ecuador.
A nivel nacional, el Ministerio de Salud Pública ofrece atención en salud mental sin costo alguno. Aquellos que requieran asistencia por diversas razones pueden programar una cita llamando al servicio de atención telefónica.
Para obtener una cita con un psicólogo en cualquier centro de salud, se debe llamar al 171 y seleccionar la opción 6. Este número también está disponible para situaciones de crisis.
En Quito, la Secretaría de Salud proporciona consultas con psicólogos y psiquiatras sin costo. También se puede acceder a consultas por teléfono a través del número 101, opción 9.
De acuerdo al Ministerio de Salud Pública, durante el año 2024 se recibieron 334 llamadas de personas en crisis. Además, se reportaron 13 886 casos vinculados a comportamientos suicidas.
El Centro de Servicios de Información y Consejería en Toxicología ha registrado 3,132 incidentes de envenenamientos con intenciones suicidas en el año 2024.
Desde diciembre de 2024, la nación ha establecido la Ley de Salud Mental, la cual «asegura el acceso a tratamientos de salud mental y fármacos».
Señales de alarma
La Cruz Roja identifica las señales de advertencia para determinar si alguien puede estar en peligro de quitarse la vida. Además, es importante recordar que de cada diez individuos que decidieron acabar con su existencia, nueve exhibieron indicios claros.
Estas son conductas o actos que pueden indicar que una persona está en un peligro inmediato y solicita asistencia de forma sutil:
- Que la persona exprese claramente su deseo de quitarse la vida. Interés en la muerte y búsqueda de métodos para suicidarse.
- Que realice actos de despedida: cerrar cuentas bancarias, redactar un testamento, decir adiós a amigos y familiares, obsequiar objetos de valor, etc.
- Alteraciones drásticas en su estado emocional. A menudo, se observa una mejora repentina e inexplicable en su ánimo, que puede ser consecuencia del alivio tras tomar la decisión de terminar con su vida.
- Alteraciones emocionales repentinas.
- Consumo excesivo de drogas.
- Asumir riesgos extremos.
- Modificaciones en los hábitos de sueño.
- Rendimiento escolar deficiente.
- Falta de ejercicio físico.
- Desinterés por actividades que antes disfrutaba.
- Diferencias en sus hábitos alimenticios.
- Rechazo a salir de su habitación, incluso con amigos.
FUENTE: TELEAMAZONAS