RADIO ULEAM: Las Fuerzas Armadas del Ecuador intervinieron dos centros penitenciarios del país y esto fue lo que decomisaron durante los operativos.
Militares decomisan armas blancas y otros artículos prohibidos en dos cárceles de Ecuador
Las operaciones se desarrollaron en los Centros de Privación de Libertad (CPL) de Riobamba y Sucumbíos, en el marco del plan permanente de control y seguridad en el sistema carcelario. En la lista de hallazgos hay: 18 armas blancas, además de teléfonos celulares, drogas y más objetos prohibidos.
En el CPL de Riobamba, ubicado en la provincia de Chimborazo, los uniformados ejecutaron una intervención militar la mañana de este martes, 11 de noviembre de 2025. El objetivo fue mantener el orden y reforzar la seguridad interna del recinto, según informó la institución en sus redes sociales.
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Durante la revisión se decomisaron 11 teléfonos celulares, 62 sobres con sustancias sujetas a fiscalización (SCSF), 15 armas blancas, 14 pipas artesanales.
Las autoridades indicaron que estos controles son parte de las operaciones permanentes del Bloque de Seguridad, que integran las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y el Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI).
Más artículos prohibidos en cárcel de Sucumbíos
El lunes 10 de noviembre, una acción similar se realizó en el CPL de Sucumbíos, en el oriente del país. En este centro, el personal militar también efectuó registros internos y detectó objetos encaletados que representaban riesgos para la seguridad del penal.
El operativo permitió incautar 13 celulares, ocho cargadores, un sobre con sustancias sujetas a fiscalización, siete pipas artesanales, tres fosforeras y tres armas blancas.
Acciones para reforzar la seguridad penitenciaria
Las Fuerzas Armadas señalaron que estas operaciones se mantienen de forma constante para apoyar el control interno en los centros de rehabilitación social y prevenir hechos violentos.
Además, destacaron que las acciones se realizan en coordinación con otras instituciones del Estado para garantizar la integridad de las personas privadas de libertad y del personal que labora en los recintos carcelarios.
FUENTES: EL COMERCIO