RADIO ULEAM: El Plan Marshall, presentado en 1947 por el secretario de Estado George Marshall, fue un programa de asistencia económica de Estados Unidos destinado a la reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial, impulsado para restaurar la estabilidad, fortalecer a sus aliados y frenar la expansión soviética en el continente.
Europa devastada tras la guerra
La Segunda Guerra Mundial dejó un saldo de más de 50 millones de muertos y una profunda destrucción en el continente europeo. Diversas ciudades como Berlín, Varsovia, Dresde, Rotterdam o Colonia quedaron arrasadas en casi su totalidad, y la región perdió cerca de la mitad de su capacidad industrial, además de sufrir la destrucción de infraestructura esencial.
En contraste, Estados Unidos emergió fortalecido. Su territorio no fue escenario directo del conflicto, salvo el ataque a Pearl Harbor, y su economía creció de manera sostenida durante los años bélicos, alcanzando un incremento del 10 % anual en su PIB. Para 1945, la nación concentraba dos tercios de las reservas de oro mundiales y se consolidaba como el principal acreedor internacional.
Este contexto permitió al Gobierno estadounidense desarrollar un programa de apoyo económico sin precedentes con el objetivo de reconstruir Europa y estabilizar la región.
Contenido y distribución de la ayuda
El European Recovery Plan, conocido popularmente como Plan Marshall, contempló una asistencia valorada en 13.000 millones de dólares, que incluía suministros de alimentos, combustible, maquinaria, apoyo técnico y financiación para industrias estratégicas.
El Reino Unido y Francia fueron los países que recibieron mayores asignaciones, mientras que Italia y Alemania Occidental también obtuvieron recursos significativos, pese a haber sido adversarios de Estados Unidos durante la guerra. La ayuda contribuyó a reconstruir infraestructuras, estabilizar monedas nacionales y reactivar la producción industrial.
Asimismo, participaron otras naciones como Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Islandia, Dinamarca, Noruega, Suecia, Suiza, Austria, Grecia y Turquía, incorporándose en conjunto a un proceso de recuperación coordinada.
Marco político y comienzo de la Guerra Fría
El plan fue impulsado durante la administración de Harry S. Truman (1945-1953), en un contexto marcado por el inicio de la Guerra Fría. La Doctrina Truman, presentada en 1947, estableció la estrategia de apoyar a los países de Europa occidental para contener la expansión de la Unión Soviética.
La rivalidad entre Washington y Moscú se intensificó en Alemania, donde el país quedó dividido en zonas administradas por los vencedores. La parte occidental recibió apoyo del Plan Marshall, mientras que la zona oriental quedó integrada en la órbita soviética. Este contraste simbolizó la línea divisoria que Winston Churchill denominó el “telón de acero”, marcando la separación política e ideológica del continente.
Dentro de este contexto, el Plan Marshall se convirtió en una herramienta estratégica para consolidar alianzas políticas y fortalecer un nuevo orden económico internacional.
Organización europea y efectos duraderos del Plan Marshall
Para gestionar los fondos del programa, los países participantes crearon la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE), que más tarde sería la base de la actual Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este mecanismo permitió coordinar políticas económicas y promover estándares de eficiencia y productividad entre las naciones europeas.
Los resultados del plan se reflejaron en la recuperación del nivel industrial, la modernización de infraestructuras estratégicas y el restablecimiento del comercio regional. En Alemania Occidental, la ayuda fue un factor clave para el posterior “milagro económico alemán”. En Italia, contribuyó a la estabilización política y a la reducción de la influencia comunista.
Además, muchos de los países beneficiarios del Plan Marshall se integraron en la recién fundada OTAN en 1949, consolidando un bloque político y militar con Estados Unidos en el contexto bipolar de la Guerra Fría.
Respuesta soviética y consolidación de bloques
La Unión Soviética rechazó la participación en el Plan Marshall y presionó a los países de Europa del Este para que tampoco se integraran. Como contrapeso, en 1949 impulsó la creación del Consejo de Ayuda Económica Mutua (Comecon), con el objetivo de promover la cooperación económica entre los estados socialistas.
El Comecon integró a países como Alemania Oriental, Bulgaria, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumanía, además de la propia URSS, y posteriormente a Cuba y Vietnam. En el plano militar, el bloque se consolidó con el Pacto de Varsovia en 1955, organismo que agrupó a los aliados de Moscú frente a la OTAN.
La existencia simultánea del Plan Marshall y del Comecon simbolizó la división definitiva de Europa en dos sistemas económicos y políticos opuestos hasta el final de la Guerra Fría en 1991. (10).
FUENTES: EL DIARIO

